Espero a que el día se haga noche,
en la que se pierden sueños y suspiran anhelos.
Sé que no vendrás.
Porque las noches son demasiado frías,
los día de pronto se convierten en noches en la que sueñas,
y yo espero que sea conmigo,
mientras yo permanezco despierto,
como un idiota esperando lo que no sucede.
Porque sé que no vendrás.
Pero aún así te espero con la única compañía
de las estrellas en el oscuro cielo.
Puede que espere durante resto de mis vidas.
Es duro decir esto. Lo sé.
Pero cuando el día se hace noche y me pierdo en su oscuridad,
no puedo evitar alargar la mano
y ver que no estás,
y en tu lugar encuentro una fría soledad.
Ahora ya no me lamento,
nunca he sido de los que sueñan,
pues no tengo tiempo para eso,
sólo sé que cuando el día se hace noche
me quedo solo
y es tu recuerdo el que me corrompe.
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