Ayer parece haber sido hace un millón de años,
perdido y juzgado
siempre culpable,
todo en esta vida parece olvidar,
tambaleante en muletas de
cristal,
aquí solo, hago crujir estas
huesudas y manchadas manos.
Recipiente dañado que pierde la vida por sus
grietas,
muchos me querrán muerto para no verme ni oírme,
puede que este sea
nuestro último día en la tierra,
y que el mañana sea hoy.
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