En tu rostro observo.
Tus dientes mordiéndose,
el labio perforado por frío metal
que ahora contrasta con la temperatura
de tu cuerpo.
Tus ojos cerrados y tu pelo suelto.
Escucho gemidos y jadeos,
tus manos agarran con fuerza las sábanas
recién puestas, mueves las piernas
y arqueas tu cuerpo
mientras comienzo a beber de tu sexo.
Mi lengua y mis labios lo acarician,
te frotas contra ellos empapándolos por completo.
Sueltas las sábanas para agarrarme
del pelo y así evitar que me separe de tu cuerpo.
En ese momento todo lo que contenías explota.
Tu espalda se arquea
y tu ritmo de tu pecho se acelera
mientras mi nombre es un grito en tu boca
No hay comentarios:
Publicar un comentario