lunes, 2 de enero de 2012

DIARIO MUERTO (IV)

DOCE/¿VIVOS?

“En este capítulo combinaré lo que es la narración con la inclusión de diálogos para dotar a la historia de más de un punto de vista”

Anoche fue una guardia sin sobresalto, la verdad es que Carlos y yo tenemos bastantes temas de que hablar… y si no tratamos de comentar cualquier nimiedad con tal desconectar nuestras mentes del entorno.

Esta noche hablábamos de cómo era ir al cine a ver una peli, comprar un paquete grande de palomitas y disfrutar de la proyección, pasando un par de horas desconectando del mundo exterior, deseando por un momento poder vivir aventuras como las que se nos mostraban en aquellas pantallas gigante, como queríamos romper nuestra monotonía convirtiéndonos en un espía internacional o viajando a un mundo irreal en lo que aquello que nos rodeaba iba cambiando y nos deparaba sorpresas tras sorpresas, nos reíamos hablando de cómo en más de una ocasión habríamos dado todo por encontrarnos en una situación como las que vivía el James Bond de turno… yo la verdad es que obvié comentar mi colección de cine zombie y que podía fantasear como sería el mundo en aquellas situaciones… no quería que pensara que era un bicho raro.

Cuando nuestro turno finalizó fuimos relevados por José Manuel y Hassan, y yo caí rendido en el asiento trasero del todoterreno, aunque no pude dormir más de una hora, la verdad es que he sido siempre un insomne, y debo reconocer que en estos momentos lejos de ser un problema me es bastante útil, porque como aprendí en el pasado nunca se está lo suficientemente alerta.

Algo sucede en la furgoneta, José Manuel se muestra algo alterado y Carlos y la señora María están intentando calmarlo….

-¡¡¡No me digáis que me calme!!!- gritaba José Manuel cuando yo salía del todoterreno, junto a él Carlos trataba de sujetarle el brazo y la señora María se llevaba a Vanesa lejos de la zona

-¿Por qué está enfadado mi padre?- preguntó la niña mientras me cruzaba con ellas

-Por nada cariño, por nada, ven que vas a ayudarme a preparar el desayuno- le contestó mientras le pasaba la mano por encima del hombro.

Cuando llegué a la puerta del copiloto de la furgoneta pude ver a través de la ventanilla el rostro de David, estaba pálido y muy ojeroso, con la frente empapada de sudor y la mirada perdida en el techo, pregunté lo que pasaba, aunque tras ver esa expresión en los ojos de David sabía perfectamente cuál iba a ser la respuesta.

-¡¿Qué coño te crees qué pasa?! Resulta que no tiene ningún brazo roto, ¡¡¡le mordieron!!! ¡¡Joder!!
Me quedé paralizado durante uno segundos

-¡¡¡Esta infectado joder!!! y este medicucho lo sabía y lo ha estado encubriendo- dijo mientras señalaba al Dr. Micó que estaba en el suelo en la parte trasera de la furgoneta, con el labio partido, sin duda por algún puñetazo de José Manuel.

-¡¡¡¡Hostia puta está infectado y no sólo no nos ha aviado sino que ha permitido que
las niñas duerman en el mismo vehículo!!!

-Tranquilo J.M – le pedía Carlos que aún trataba de sujetarlo

-José Manuel, entiendo lo que sientes, pero tenemos que mantener la calma – le dije

-¿La calma? Tú sabes perfectamente lo que tenemos que hacer – contestó José Manuel que parecía que empezaba a reducir su ímpetu y e relajaba dentro de lo posible

Tras sus palabras cerré los ojos deseando que lo que estaba sucediendo fuera un mal sueño… no quería volver a pasar por esto… no tan pronto.

Me giré y vi como ya Vanesa había entrado en el primer todoterreno junto a la señora María, Sergio y Cristina estaban junto a él, Sergio miraba desde la lejanía mientras que su hermana tenía los ojos fijos en el pavimento, Lucía estaba sentada sobre el quitamiedos de la carretera, sus ojos no me transmitían ninguna emoción, Hassan estaba sobre el techo del segundo todoterreno, lugar que no había abandonado desde que me relevó la noche anterior, a Jesús no logré localizarlo con la mirada, seguramente estaba durmiendo todavía… El sol de la mañana empezaba a apretar y mi garganta se secó, el pecho se me aceleró y un frío conocido se apoderó de mis tripas.

-José Manuel, lo primero que tienes que hacer es tranquilizarte, por favor, si no lo haces por nosotros hazlo por tu hija ¿no querrás asustarla verdad?- tras mis palabras José Manuel pareció serenarse, y Carlos pudo dejar de sujetarlo.

-Lo que tenemos que hacer ahora es pensar, Dr. Micó deme la mano- ayudé a levantarse al doctor y este trató de recuperar la compostura, después convencí a José Manuel para que me dejara entrar en la furgoneta para ver a David.

Entramos en la parte trasera el doctor y yo, y José Manuel accedió a esperar fuera junto a la puerta. David parecía estar en otro mundo, dudo mucho que hubiera escuchado la discusión, el Doctor Micó recogió las tablas que habían servido para entablillar el brazo de David, efectivamente pude ver, que lo que habían estado tapando no era ninguna fractura abierta como nos dijo el médico, sino una mordedura que había comenzado a adquirir un aspecto muy desagradable.

-Vanesa percibió su hedor- dijo el doctor sin levantar la vista del suelo de la furgoneta.

-David…. ¿Puedes oírme? – le pregunté.

2 comentarios:

  1. ainsss ahora un infectado... Que emocionante se esta poniendo esto.. Ahora quiero mas!! Me estas creando necesidades de leer mas!! Sigue asi! Un beso guapisimo!!!!

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  2. :) jejeje ya dije que algún personaje podía "salir" :P Gracias por tus palabras, la verdad es que esto era algo que llevaba mucho tiempo queriendo hacer :P.

    Me alegra que te esté gustando :)

    Un Beso :)

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