Los jueces no quieren ser juzgados
el pecado quiere ser absuelto,
mientras los verdugos cortan en dos
la cabeza de manzana,
que engendra en ella
ideas de llantos y envidias.
Los pecados son varios y deformados
que se extienden corrompiendo
nuestras almas y conciencias,
mientras jueces y verdugos se confunden,
la cabeza de manzana sigue desangrándose.
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