viernes, 31 de diciembre de 2010

2010

Este año se marcha ya
Dejando atrás alegrías y penas,
Noches con todos sus desvelos,
Sueños y pesadillas,
Días envueltos en la neblina y otros de un sol resplandeciente,
Vivencias con sus pros y sus contras al fin y al cabo.

Adiós 2010

............. 2

Mi cuello y mi muñeca se han convertido en un punto de control, el cuarto de baño y la cama en mis lugares de estancia, mi cuerpo está agarrotado y mis ojos palpitantes….

ENEMIGA MIA

Hoy vuelves a mí para plantearme una nueva batalla, eres mi vieja enemiga y como tal conoces mis puntos flacos y como atacarlos, pero una vez más estoy preparado para enfrentarte y hacerte huir por donde llegaste.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

PENSAMIENTOS NOCTURNOS

Lo busco pero no lo encuentro, trato de escucharlo pero no se quiere comunicar, le hablo pero no me responde, y allí me quedo solo en la oscuridad que me engulle.

.............

Mi cuerpo se esconde bajo las sabanas, pero mi mente no está allí, ella vuela libre transportandome a lugares en los que no he estado y haciendome vivir lo que siempre he soñado.

martes, 28 de diciembre de 2010

LÁGRIMAS

Hoy estoy seco de lágrimas, no encuentro el consuelo que me proporcionaban, ni tampoco el reposo que las seguía, ahora la angustia se acumula en mi interior sin una vía de escape a la que agarrarse.

jueves, 25 de noviembre de 2010

NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO

NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Lo cierto es que las palabras se quedan en eso, en palabras, estas no salvan ni protegen a aquellas mujeres que están indefensas ante sus verdugos cotidianos, pero aún así debemos pronunciarlas ya que el silencio nos hace cómplices, los actos de violencia se siguen repitiendo día tras día en las prisiones en las que se han transformado sus hogares y convirtiendo a sus compañeros sentimentales en sus carceleros.

En lo que llevamos de año 63 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas en nuestro país, y son incontables las víctimas silenciosas que diariamente sufren sus maltratos.

Todos nosotros debemos colaborar en lo que esté dentro de nuestras posibilidades para erradicar esta lacra social.

BASTA YA, NI UNA MÁS.


INGENU@

INGENU@

Crees que eres libre.
Crees que eres dueñ@ de tus posesiones
Te sientes seguro de ti mism@.
Estás orgullos@ de tu casa nueva, de tu coche, tus muebles,
De esa tele de plasma tan cara, de tu móvil de última generación
De esa consola tan molona, de toda tu ropa de marca que tienes en el armario.
Bueno no seré yo quien te diga lo contrario, pero tarde o temprano descubrirás la gran mentira que te envuelve, solo una mala noticia, cuando lo hagas tal vez sea demasiado tarde.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Entró en la habitación y pudo observar que el tiempo se había congelado para ella…

jueves, 11 de noviembre de 2010

EL DOLOR

EL DOLOR

El dolor, punzante y desgarrador se apodera de mi cuerpo retorciéndolo y dejándome indefenso, mi mente comienza a elucubrar mientras él sigue con su trabajo de desgaste, pero hoy estoy más fuerte y voy a plantarle cara.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

RECUERDOS “FELICES” (PARTE II)

RECUERDOS “FELICES” (PARTE II)

Abro los ojos y me veo rodeado de gente que me mira con las caras desencajadas por lo que acaban de presenciar, sus rostros están borrosos, me siento como ausente de la situación que estoy viviendo, no siento dolor a pesar de que debería, las manos de mi madre emergen de entre el enjambre de personas que están a mi alrededor y me levantan del suelo.

En sus brazos empiezo a sentir una fuerte quemazón en mi frente, mientras mi madre avanza de manera apresurada me da tiempo a girar la cabeza y ver el viejo muro de hormigón manchado de sangre.

domingo, 7 de noviembre de 2010

“…LO SEINTO, PERO NOS VAMOS”

“…LO SEINTO, PERO NOS VAMOS”

Esas eran las palabras con las que se cerraban cinco años de su vida.

Allí estaba él, sentado en la penumbra de la sala de estar junto a una botella de cerveza y apurando un cigarrillo, con la mirada fija en la nota que había recogido horas atrás de la puerta del frigorífico, donde estaba colocada sujeta por uno de los imanes de animales que compraron en la pequeña tienda situada a escasos metros del portal de su casa, concretamente por el del elefante que tanta gracia les había hecho en su día. La miraba como queriendo memorizarla, analizando cada trazo de la tinta todavía fresca sobre la hoja de papel amarilla arrancada de la libreta de Eva. Mientras daba un largo sorbo a la botella se preguntaba el por qué de lo que había sucedido, como estuvo tan ciego de no darse cuenta de lo que estaba pasando, se levantó y cruzó el pasillo que separaba la sala de estar y el comedor, pasó frente a la puerta abierta de la habitación, no entró, se quedó en el umbral de la puerta desde donde podía ver los cajones y las puertas del armario abiertos, sus ojos se perlaron de lágrimas y continuó andando hasta llegar al salón, entró y se dirigió al balcón, el cual estaba cerrado, apoyó su frente contra el frío cristal, su respiración lo empañó haciendo borrosa la visón de la calle libre de tránsito e iluminada por las farolas, las cuales le daban su toque anaranjado a esa calle tan desangelada . Y ante esa visión borrosa solo una pregunta le asaltaba la mente ¿por qué?

sábado, 6 de noviembre de 2010

TE FUISTE

TE FUISTE

Te marchaste sin avisar, rompiste los esquemas de mi vida, durante mucho tiempo te taché de egoísta porque fue demasiado precipitado, me quedaron tantas cosas por decirte…

viernes, 5 de noviembre de 2010

EL DÍA QUEDÓ ATRÁS

EL DÍA QUEDÓ ATRÁS

Miro el reloj-calendario y el día quedó atrás.

Desapareció como tantos otros.

Pronto nuevas vivencias me harán olvidar los momentos que han pasado,

Desde aquí pido que sean más dignas de recordar.

jueves, 4 de noviembre de 2010

AÚN ESTÁS AQUÍ

AÚN ESTÁS AQUÍ

Estoy pasando por unos días bastante complicados, percibo unas señales reconocibles para mí y que no me auguran nada bueno, se repiten situaciones frustrantes e incomodas, apenas puedo salir de mi refugio sin sufrir efectos adversos en mi estado de ánimo y en mi interactuación con los demás.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

RECUERDOS “FELICES” (PARTE I)

RECUERDOS “FELICES” (PARTE I)

Las heridas superfluas causadas por los golpes se cerraron ya hace años, de la mayor parte de ellas ni siquiera queda rastro alguno de las cicatrices, no me queda marca que refleje que algo desgarró mi piel hasta hacerla sangrar y amoratarla, el tiempo se encargo de borrarlas, las ocultó bajo un manto de sufrimiento y desesperación que de una manera silenciosa iba calando en mi interior, como el agua de lluvia se filtra por las grietas de los tejados acumulándose día tras día.

martes, 2 de noviembre de 2010

ANSIEDAD

ANSIEDAD

Sé que has vuelto, lo noto a cada paso, cada vez que respiro, cada vez que me muevo, miro a mi alrededor y no te veo, pero aún así se que estás ahí, tu presencia me molesta como ya me molestó antaño, hace ya muchos años que te conozco y sé que tu también me conoces a mí, incluso mejor que yo mismo. Estás al corriente mis puntos débiles y como atacarlos. Hoy se que has vuelto, pero también te aseguro que no te vas a quedar.

AL CHE

AL “CHE”

Te marchaste demasiado temprano
ellos se creyeron vencedores
tu vida se apagó en otoño
te la arrebataron de manera cobarde

Tus ojos jamás se cerraron
y tu rostro se quedó gélido, sin vida
en La Higuera tu cuerpo exhibieron,
pero algo truncó su alegría.

Pronto tus fotos se convirtieron en posters,
tus palabras en eslóganes que cubrieron los muros,
tus ideas en faros en la oscuridad para un sinfín de generaciones

Muchos se aprovecharon de tu imagen
a otros tus acciones nos inspiraron
y de tu lucha nos hiciste herederos.

Por mucho que intentaron manchar tu recuerdo
tratando de convertirte en un ídolo de barro,
Jamás lo consiguieron.

Hoy sigues vivo, cuarenta años después
Sigues vivo en tus pensamientos, acciones y enseñanzas
Y junto a ti decimos HASTA LA VICTORIA SIEMPRE

lunes, 1 de noviembre de 2010

CEMENTO y FLORES

CEMENTO y FLORES

Olor a flores inundan mis pasos, a izquierda y derecha puedo ver a una abuelo en blanco y negro, a un caballero serio y una mujer de mirada triste, cientos de retratos y una fecha escrita en el cemento aún fresco. Estoy rodeado de gente, pero sin embargo estoy solo.

A DON MARCELINO

A DON MARCELINO:
“¡NI NOS DOMARON, NI NOS DOBLARON, NI NOS VAN A DOMESTICAR!”.


El día 29 de Octubre (pese a que algunos medios de comunicación trataron de enterrarlo unos días antes) se marchó para siempre un luchador infatigable, primero contra la dictadura criminal franquista que durante casi cuarenta años masacró a este país y más tarde como cabeza visible del sindicato CC OO, un hombre recto en sus pensamientos y fiel a unas ideas por las cuales luchó durante toda su vida adulta.

Se apagó la llama de su vida a los 92 años de edad dejando mujer y dos hijos, se fue lejos de las fanfarrias y las luces de las cámaras, de manera humilde acorde con su forma de afrontar la vida.

Antifranquista, comunista (fue militante hasta el último aliento) e impulsor del sindicato CC OO (sindicato del cual poseía el carnet Nº 1) su vida estuvo marcada por la constante lucha por lograr un mundo más justo y libre, costándole esto incluso el ingreso en prisión como otros muchos de sus camaradas primero durante la guerra civil española y posteriormente al ser víctima de uno de los muchos casos de represión llevados a cabo por la dictadura franquista.

Al término de la dictadura marcado por la muerte de Franco siguió mostrando su carácter rebelde y comunista, al rebelarse incluso contra sus compañeros de partido (PCE) los cuales se resignaron a ser una mera comparsa sin voz ni voto en las reformas emprendidas en el nuevo panorama que se habría ante ellos.
Como sindicalista fue el primero que impulsó una huelga general en la década de los ochenta, y mientras su salud se lo permitió siguió al pie de cañón peleando y reclamando los derechos de los trabajadores.

En los últimos años de su vida estuvo apartado de la vida pública debido a sus problemas de salud, y en sus postreras apariciones fueron para recibir los homenajes que su figura humana se merecía.
Desde aquí mi más sentido pésame a su familia y a sus amigos los cuales tuvieron la fortuna de conocerlo en persona.

D.E.P: CAMARADA

domingo, 31 de octubre de 2010

A LAS 3h FUERON LAS 2h

A LAS 3h FUERON LAS 2h

Hoy el reloj se ha visto obligado a variar su ritmo normal, para la mayoría ha supuesto una hora más de sueño, para otros un obsequio hacia nuestro insomnio.

NOCHES DE INFANCIA

NOCHES DE INFANCIA

Recuerdo los nervios de las noches previas de la vuelta a la rutina, como me revolvía en mi cama haciendo que las sabanas se cayeran al suelo, mis ojos abiertos como platos se quedaban fijos en la horrible lamparita de tres focos multicolor que me acompañó desde mis primeros años de vida, todavía me sonrío cuando recuerdo como la rompí con un bate para sustituirla por un plafón más “adulto”, creo que ese fue un día en el que se puede decir que deje atrás mi infancia de manera definitiva. Ahora me paro a pensar y creo que en esos años mi insomnio se empezó a alimentar lenta pero incesantemente de mis noches.

sábado, 30 de octubre de 2010

DESPIERTO…

DESPIERTO…

Despierto ¿Cuánto tiempo he dormido?

Tal vez dos o tres horas, y seguro que no en la mejor postura, en mi cuerpo se resiente hasta el último de los músculos, tengo la boca seca y el ardor me “quema” la garganta, mi pelo es una madeja de enredos, tengo los ojos llorosos y las manos manchadas aún por el carboncillo que hace poco tenía en las manos y ahora no sabría decir donde se encuentra.

Despierto, no sé cuanto he dormido, lo único que sé es que el insomnio se tomará cumplida venganza.

viernes, 29 de octubre de 2010

SIEMPRE QUISIERON VOLAR LIBRES

SIEMPRE QUISIERON VOLAR LIBRES

Sentada junto a una vieja mesa de bar, consume el cigarrillo a base de largas caladas, su pierna temblequea nerviosa, la camarera llega con su pedido, un café solo y sin azúcar, el ambiente en el interior del local está cargado de humo, varios corrillos de gente hablan de manera distendida y en la radio suena “Free Bird” de los lynyrd skynyrd.

La puerta del local se abre a la vez que le da un largo sorbo a su taza, llenando su boca de un intenso y cálido sabor, la corriente de aire frío inunda el local.
Levanta los ojos de su mesa y sus miradas se encontraron, allí estaba tal y como le había prometido, aún no se podía creer, apagó su cigarrillo en el pequeño cenicero de cristal y se levantó de la mesa.

Ambas comenzaron a andar hasta encontrarse de frente, sus ojos se perlaron de lágrimas.

-Has venido- acertó a decir.
-¿Acaso lo dudabas?-preguntó

Sonrieron de manera nerviosa, entonces dejaron atrás todos sus miedos pasados, todas esas excusas baratas, dejaron de preocuparse por el que dirán y su labios se encontraron en el solo de guitarra de Allen Collins y Gary Rossington.

jueves, 28 de octubre de 2010

DESAPARECER

DESAPARECER

Muchas veces me he preguntado qué pasaría si desapareciera.
Es decir .
¿Alguien me echaría realmente de menos?
¿Llorarían mi perdida?
¿Se reunirían para decir lo bueno que fui?
O simplemente sería un mero recuerdo extraviado en la mente

miércoles, 27 de octubre de 2010

A TI

A ti que ni siquiera sabes que existo, te doy las gracias por ser una inspiración de vida, en los momentos más duros estuviste allí llenando el vacío que los amigos inexistentes no podían, dándome ánimos en las largas noches de tristezas y en las duras mañanas de insultos, cuando creí que las fuerzas me fallarían para siempre fuiste mi salvación, como el arnés para el escalador, cuando mis oídos se llenaban de reproches tú los llenaste de motivación y esperanza.

martes, 26 de octubre de 2010

HABITACIÓN 212

Echado en la cama del hospital con la sabana a la altura de la cintura, la camisa del pijama, de un color azul claro, abierta hasta el pecho, los brazos caídos y con los tubos del suero y la medicación clavados en ellos, su cabeza apoyada en la almohada y empapada en sudor con un tubo en la nariz.

Esa fue la imagen que encontré al entrar en la habitación, el ambiente en ella estaba cargado, la calefacción funcionaba a pleno rendimiento, algo lógico y normal teniendo en cuenta que nos encontrábamos a veintiséis de Diciembre.

A la derecha de la cama estaba una enfermera regulando el sistema de goteo del suero, era una mujer menuda y rechoncha con el pelo rubio recogido en un moño, vestía el uniforme blanco típico de las enfermeras con una mancha a la altura de uno de sus muslos, de lo que parecía betadine, seguramente habría hecho una cura recientemente ya que la mayoría de los pacientes de esa planta solía sufrir de escaras y llagas por la falta de movimiento.

Avancé por el interior de la habitación hasta llegar a los pies de la cama, la enfermera me saludo y me dijo que se acababa de dormir, después se secó el sudor de la frente y salió al pasillo resoplando por la excesiva fuerza que le habían dado a la calefacción, me senté en una pequeña butaca negra, a la que le faltaba bastante relleno de gomaespuma, el cual lo había perdido a través de un roto que le habían hecho al asiento.

El ambiente me comenzaba a parecer casi irrespirable, entre el calor, la chaqueta de lana que me había obligado mi madre a ponerme, el olor a desinfección típico de los hospitales y la imagen perturbadora de aquella figura de autoridad tirada en la cama, despojada de toda su vitalidad y vehemencia que siempre había poseído.

Desde mi posición observaba su figura extremadamente delgada, su rostro envejecido con ese lunar en el pómulo derecho el cual dotaba a su rostro de una personalidad especial, sus ojos entreabiertos húmedos de lágrimas y su calva perlada de sudor, su boca falta de dientes abierta como queriendo recoger todo el aire posible, como hace un atleta que acaba de terminar un sprint.

Sentado desde la butaca observaba con cierta desorientación la escena que se mostraba ante mí, era la primera vez que me habían permitido entrar en la semana y media que llevaba en el hospital (poco después lo que pasó me ayudó a entender el por qué), y me resultaba bastante difícil asociar lo que veían mis ojos por primera vez con la imagen que siempre había tenido de ÉL, por mi edad no comprendía (o no quería comprender) lo que estaba pasando, jamás había vista a aquel hombre terco y cabezota, pero sensible y generoso en una situación como aquella, su fuerza, su ímpetu, su mal genio, en definitiva su vida se habían marchado, y aunque yo no lo sospechara ya no volverían jamás, poco después mi padre entró en la habitación acompañado por su hermano y mi madre, ella me cogió de la mano y me levanté de la butaca, me dijo que me despidiera de ÉL, yo no le di mayor importancia, ya que lo interprete como ese gesto cotidiano que tenemos con la gente de decirnos adiós, con la certeza de que nos veremos poco después, me acerque a su rostro y lo besé, con cuidado de no apoyarme en los tubos que lo rodeaban, algo me sorprendió a pesar del calor de la habitación su rostro estaba frío, casi gélido…

lunes, 25 de octubre de 2010

(.......)

(……)

Hay momentos en los que no sé cómo expresar lo que siento,
La tristeza, la desolación y la sensación de ahogo se unen,
Al enfado y a la frustración y a los días sin dormir,
Noto como la niebla vuelve a cernirse sobre mis días
Me pregunto el ¿por qué?

Nadie sabe contestarme…

domingo, 24 de octubre de 2010

OBSERVO

Me tomo un respiro y me detengo.

Apoyo la espalda en el muro de granito, observo el ajetreo a mí alrededor.

El día es caluroso teniendo en cuenta la fecha en la que estamos.

Pasa frente a mí un hombre con un traje azul marino portando una cartera de piel marrón, el cual se mueve a con un paso tan acelerado que está a punto de chocar con una pareja que camina en dirección contraria a la suya, estos se apartan y el chico se queda mirándolo durante unos segundos, su acompañante lo agarra por el brazo y siguen su camino mientras él masculla una serie de improperios que no puedo oír, pero me los imagino.

Una mujer de mediana edad que viste una chaquetilla de punto está esperando junto a la parada de autobús de las líneas 7, 23 y 15, mira el reloj con impaciencia mientras se aparta de la frente unos mechones de pelo que se le comienzan a pegar en la frente debido al sudor.

Un grupo de cinco jóvenes no mayores de dieciséis o diecisiete años pasan frente a mí, van vestidos con ropa de última moda, todos cargan una mochila y lucen un peinado similar, se mueven casi al unísono con un aire de arrogancia, un par de ellos hablan por el móvil otro parece estar buscando una canción en si reproductor de música de última generación, el cual luce de manera orgullosa, los otros dos parecen más interesados en mirarse en la cristalera de un escaparate.

Una chica de vestimenta oscura, me atrevería a decir que busca lograr una estética gótica, se mueve esquiva entre los viandantes, va con la cabeza mirando al suelo y agarra con fuerza el asa de una mochila-bandolera que cruza su pecho, pasa tan cerca de mí que puedo escuchar la voz del cantante que está interpretando un tema en su reproductor musical.

Echo mano a mi bolsillo del que saco un chicle sin azúcar de sabor fresa, me lo meto a la boca, me separo del muro y me tomo unos segundos más antes de proseguir mi marcha y unirme así al resto de personas que se mueven a mi alrededor.

sábado, 23 de octubre de 2010

LA CARTILLA ROSA (PARTE I)

Me encuentro sentado en una fría sala de espera, la butaca de plástico no es más cómoda de lo que parece, junto a mí un hombre rechoncho se atusa el cabello mientras mira el reloj.

Ante mí está la puerta de cristal esmerilado, el cual impide ver el trasiego del interior de la consulta. Junto a la puerta hay una pequeña ventanita de cristal que me llega por la cintura, en ella se puede leer escrito a bolígrafo “no llamar espere su turno”.

Espero en mi asiento pacientemente mi llamada mientras escucho en mi mp4 unas cuantas canciones.

Ya llevo en esta sala casi media hora, hoy se retrasan más de lo normal, el hombre rechoncho ya se ha levantado un par de veces y ha paseado de manera nerviosa por el pequeño pasillo a la izquierda de los asientos iluminado por el tubo fluorescente.
Echo mano a mi bolsillo y de él saco mi pequeña cartilla rosa, la despliego en sus tres partes. Recorro con la mirada las múltiples columnas en las que se pueden leer las anotaciones hechas a mano por ELLA y las casillas de la fecha y la hora, hoy es Febrero y ya no me acuerdo de cuando empezó esta rutina.

Ya son las nueve, de pronto oigo girar el pomo de la puerta, ésta se abre y una mujer menuda de pelo corto y gafas de pasta, vestida con la típica bata blanca, repasa la lista de pacientes que lleva en la mano derecha, se ayuda de su dedo índice, lo mueve de arriba abajo hasta que encuentra el nombre adecuado, levanta la vista del folio y llama al paciente, es el hombre rechoncho que sonríe nervioso mientras se acerca a paso apresurado hacía ella, entra en la consulta y tras ellos se cierra la puerta. Yo sigo manoseando mi cartilla.

Ya son más de las nueve ….Hoy se retrasan más de lo normal.

LA AUSENCIA

LA AUSENCIA

Su ausencia me golpea, todavía recuerdo cuando me acompañaba en mis paseos vespertinos, nuestras visitas a la biblioteca en busca de los libros de historia, de cuando hablábamos sin necesidad de decir nada.

Su ausencia me golpea, el saber que ya no estará junto a mí, que ya no cogerá mi mano, que no podremos continuar aquella conversación que teníamos pendiente, aquel viaje que íbamos a realizar ¿Por qué se fue así?

Me dejó solo.

Su ausencia me golpea.

MI INSOMNIO



MI INSOMNIO

No sé la hora que es, ya me cansé de mirar el reloj. Estoy en mi cuarto con la mirada fija en el monitor del ordenador.

Su resplandor ilumina mi habitación. Me muevo inquieto en mi silla de madera desgastada por las patas.

Su duro respaldo astillado se clava en mi espalda y mi pelo, que lleva años sin recibir la visita del peluquero, se engancha en él.


La noche ha engullido sin misericordia todo aquello que me rodea. A través de mi ventana solo veo una mancha negra que me recuerda al abismo. Son ya varias las noches sin dormir, no sabría decir cuántas… ya no las cuento.


Quedan lejos los días en los que me consideraba un enfermo, ésos en los que me desesperaba por conciliar el sueño. El insomnio se ha convertido en mi compañero y hace tiempo que desapareció la sensación de pesadez en mis ojos. Ya no trato de ponerle remedio a esta situación cíclica. Cíclica como que al final de esta oscura noche llegue el amanecer.