La soledad y el aislamiento,
son sensaciones que pueden aportarnos cosas cuando son buscadas. Son capaces de darnos unas
perspectivas diferentes o nuevas sobre los problemas cotidianos o nuestras
comeduras de cabeza cuando las hemos elegido nosotros mismos, porque he de reconocer
que hay veces que las necesitamos.
Pero de la misma manera pueden jodernos de forma sin igual
cuando nos vienen impuestas por las circunstancias ajenas a nuestro control. El
aislamiento creo que es la peor de las dos, ya que no implica estar solo, muy
al contrario puedes estar rodeado de gente, pero te sientes desconectado de
ellos y los motivos son tan variados y enrevesados que por mucho que intentas
encontrar una explicación es difícil que aparezca hasta que no entra en juego
la soledad, ya que no se si a vosotros os pasa, pero yo suelo utilizarla para tratar de buscar explicaciones a todo aquello que se me plantea
durante el transcurso del camino diario.
Lo que me conduce a una tercera situación y es el insomnio
que me acompaña desde hace años provocando que la sensación de soledad y
aislamiento encuentren el escenario perfecto.
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