Te colocas sobre mí 
               como una nube encima de mi café 
           todos
sueñan con tenerte 
la vanidad es tu pecado, 
           algo que nunca debió entrar en mi
vida 
y nublar mis días en forma de tormenta 
              que descoloca y deforma el día y
las noches,
            ahora estás donde siempre debiste estar 
en tu rincón de “compledad”  
              con tu suficiencia como única compañía.
 
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