EL FRÍO QUE NOS RODEA

Estos días el frío parece que se ha apoderado de mi entorno, mi habitación parece haberse convertido en un iglú, y el vaho que sale de mi boca indica que la capa extra de ropa que me he puesto está justificada. De hecho mientras escribo mis dedos, los cuales están entumecidos, están deseando que termine para volver a meterse en los guantes.