Llegué allí, ese era el lugar al cual me condujisteis, levanté la vista y vi ese brillante cartel luminoso en el que se podía leer "BIENVENIDOS" con sus letras doradas resplandecientes sobre la puerta.
 
Alargué la mano para girar el pomo, estaba frío y pegajoso, abrí la puerta y entré, tras ella encontré 
La oscuridad  
      La tristeza
           La soledad
  El miedo
La puerta se cerró tras de mí y escuché como la cerrasteis por fuera. Me quedé allí solo rodeado de la incertidumbre en ese horrible lugar en el cual nadie me oiría gritar y sólo pude pensar en una cosa que me aterrorizó.
 “¿Y si me quedo aquí encerrado para siempre?...”
 
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